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Se desconocen muchos aspectos del mundo erótico y amatorio de la Edad Media. Fue una etapa larga, dura y apasionante, en la que así como se combinó con facilidad ciencia y magia, se mezcló también la visión apocalíptica con el amor por la vida, el temor al delito carnal con el erotismo más exacerbado. Fue entonces cuando se conoció el erotismo árabe, judío y cristiano y se enfocó la lujuria con gran naturalidad. En la Edad Media se inventó una forma de amor: el amor cortés, que derivó en amor heroico o melancolía erótica. Los médicos llegaron a identificarlo como un mal y lo trataron con medicina mixta, a base de remedios sensuales árabes, filtros y hechizos, medicamentos y quimioterapia.
A causa de esta realidad casi desbordante, pronto surgieron múltiples discusiones sobre la procreación, la lujuria y la sexualidad humana que produjeron interesantes pleitos, querellas y debates en torno a la mujer. Mucho de lo que se discutió quedó plasmado en diferentes textos como el Codex Vindobonensis, el Tratado de la fascinación, El árbol de la ciencia, De Coitu, el Tratado de Trótula, el Canon de Avicena, el Corpus Hipocraticum, el Secretum Secretorum, Los secretos de las mujeres.
Hechos tan naturales como la menstruación, la masturbación, el deseo sexual, la fecundación causaban no solo asombro y perplejidad en la Iglesia, sino también en los más acuciosos médicos y filósofos medievales. Así, dentro de una época usualmente conocida como oscura, el ansia del conocimiento y de la verdad, los indujo a explorar casi a tientas los mecanismos y las leyes de la libido y la sexualidad tanto humana como animal.
Ana Martos, sorprende una vez más con su estilo vivaz, preciso, que combina con destreza el desenfado ameno y entretenido con el rigor de un investigador que escruta la historia hasta llegar a las fuentes originales en busca de la verdad. En este caso en especial, se acerca a nosotros como mujer e investigadora, para contarnos los hechos que sumieron a la sexualidad femenina en una discusión que duró siglos y además para esclarecer esos mitos y creencias erróneos que perviven hasta la actualidad.